lunes, 27 de septiembre de 2010

Kika y la muerte de estos tiempos.

En este país Colombia tan bello pero en el que a la vez se vive una increíble delincuencia común, un tipo de violencia que me aterroriza y que por desgracia se ha vuelto el pan nuestro de cada día, donde la protagonista principal es la muerte causada por asesinos, homicidas, suicidas, sicarios, toda una gama de criminales cuyo auge cada vez es mas alto, notorio y marcado socialmente.
Muertes provocadas, innecesarias que jamás dejan de ser, ni de causar dolor  y menos de dejar vacios en aquellas personas inocentes que pagan el precio de la perdida de su ser querido, y qué se deja para el que sufre la tragedia de forma inesperada,  de golpe y porrazo, dejando sólo recuerdos.
En la noche del sábado 18 de septiembre de 2010 fue asesinada Berta Cecilia Castillo Moscarella de 46 años de edad, ex concejala e importante líder cívica de Ciénaga. Ofrece la alcaldía del municipio hasta 50 millones de pesos por información que permita la captura y judicialización de los delincuentes que desestabilizaron el orden publico de Ciénaga.
Kika como era conocida Berta Castillo, quien siempre se caracterizó por su alegría y actitud para el trabajo social, una luchadora incansable que siempre buscaba el bienestar de los demás, fue una victima más de las crueles y desalmadas manos que empuñando un arma de fuego le quitaron la vida a Kika sin razón alguna que lo justifique.
Hoy el dolor, el desconsuelo y la impotencia son los sentimientos que embargan a la familia Castillo Moscarella de Ciénaga luego del asesinato a sangre fría de Kika quien es además hermana del procurador provincial de Santa Marta Oscar Castillo Moscarella.
La mataron frente a su casa cuando pretendía abordar su moto. Su muerte fue inmediata, así como también murió toda esperanza puesta en ella de aquellos ojos que fijaron su fe y confianza en sus proyectos de mejoramiento social.
Seguramente Kika de niña siempre mostró su liderazgo e interés por lo político y su firme preocupación por quienes la rodeaban, su deseo de sacar adelante su tierra y su gente. Supongo que tal vez cuando era estudiante fue personera y hasta miembro del concejo estudiantil. Apuesto a que era muy buena estudiante y hasta seria la promotora de algunos movimientos y marchas.
El ser humano tiene la flexibilidad de adaptarse a los cambios (ley del más fuerte sobrevive) algo que tiene muchas ventajas, pero a su vez nos lleva a ser poco considerados  pues empezamos a darle poco valor a las cosas hasta el punto en que ya nuestra impresionante naturaleza no nos sorprende.
Lamentablemente nos estamos acostumbrando a la muerte causada. Anteriormente cuando una persona la mataban era un gran boom, motivo de sorpresa, escándalo e impacto social y la gente empezaba a tomar precauciones, aunque esto es común en los pueblos de pocos habitantes, en las ciudades se ha puesto de moda y lo tratan como algo trivial, pues hoy no se puede decir lo mismo si matan a alguien, ¡eso es normal!, el sentido de la muerte se ha divergido, -se murió pero la vida sigue- frase que tiene poder y le quita importancia al hecho. Con esto no quiero decir que si alguien muere hay que enterrarse con el o ella ó hacer del hecho una extremada tragedia, pero quiero señalar que hay demasiadas muertes causadas y que nos hemos acostumbrado a esto, además dejar claro que con tantas muertes diarias en Colombia ya estamos adaptados a verlo y vivirlo como algo común. Muy poco representan los mandamientos de la Ley de Dios e incluso la misma justicia humana se ha vuelto ruana de muchos criminales, es muy vulnerable y flexible con los casos de asesinatos. De hecho todos nos olvidamos pronto de todos estos casos, para que sea lo contrario se necesitaría ser un personaje muy importante para ser recordado por mucho tiempo.
Se están perdiendo muchos valores sociales, morales, religiosos, culturales, patrióticos, etc., nos hemos hecho más fríos e indolentes, tomando en nuestras manos la justicia como si se tratara de un juguete.
Posiblemente Kika es una de esas noticias que pronto será olvidada, incrementando sólo un poco las tasas de mortalidad y quedando reportada en los índices estadísticos de muerte causada por asesinos.
Sus familiares y amigos la recordaran por siempre, Kika por su forma de ser se ganó a mucha gente, ese amor se vio reflejado en la afluencia de personas en la funeraria Santa Marta de Ciénaga donde fueron velados sus restos y a los que se les dio cristiana sepultura el lunes 20 de septiembre en la mañana en el cementerio San Miguel de Ciénaga más conocido como “el cementerio de los ricos”. La muerte de Kika conmocionó mucho a los habitantes de Ciénaga que repudian este y los demás hechos violentos que han empañado la aparente tranquilidad que se vive en Ciénaga. Las manifestaciones de dolor han ido llegando, pero es más notable en las palabras que se escribieron desde el momento de su asesinato en su página de red social de facebook.
No se conocen motivos específicos por los que alguien haya querido matar a Berta, ya que nunca había recibido amenazas, sólo se sabe que tenia puesta una demanda a las elecciones del 2007 por su credencial como concejala, proceso que implica al estado, no a nadie en particular, era público y en una ocasión Kika refiriéndose al tema dijo que esperaba el fallo, que presentía favorable y se encontraba dispuesta a acatar el resultado en el momento que se produjera porque para ella era más importante el trabajo con la gente que la credencial de concejala.
Un último adiós a Kika “una gran trabajadora por los necesitados” como le dijo su hermano José Manuel Castillo por lo que se ganó el cariño de muchos cienagueros de todas las clases sociales, que hoy yace muerta por culpa de un despiadado.
Ahora está abierta la oferta de darle 50 millones de pesos a la persona que dé información contundente, concreta y verídica que permita dar con el paradero del matador de sueños que acabó con los de Berta. 

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